El Seminario Aragonés de Sociolingüística participa en el debate organizado en Santiago (Galicia) por el Consejo de Europa, sobre el cumplimiento por el Estado español de la Carta Europea de las Lenguas Regionales o Minoritarias, al celebrarse los 25 años de su aprobación. Este foro reúne por primera vez a representantes de todas las lenguas existentes en España.
El sociólogo Anchel Reyes ha presentado un análisis del cumplimiento de esta Carta en el caso de la lengua aragonesa. Le ha acompañado el lingüista Javier Giralt, profesor de la Universidad de Zaragoza, que ha explicado la situación de la lengua catalana en Aragón.
En este foro participan representantes de las lenguas regionales o minoritarias amparadas en España por esta norma europea. En orden alfabético: amazig, árabe ceutí, aragonés, aranés, asturiano, caló, catalán (Aragón, Cataluña, Islas Baleares, Murcia y País Valenciano), euskera (Navarra y País Vasco), fala (Extremadura), gallego (Asturias, Galicia, Castilla y León), leonés y portugués (Extremadura).
En este “Foro de debate sobre a Carta Europea para as Linguas Rexionais ou Minoritarias”, celebrado el 29 y 30 de junio, Anchel Reyes que el Gobierno aragonés no cumple el artículo 7, que supone la obligación del reconocimiento de las lenguas regionales o minoritarias en tanto que expresión de la riqueza cultural. A pesar de la creación de una Dirección General de Política Lingüística por el actual gobierno, no hay una ley que garantice hoy en día los derechos civiles de los hablantes de aragonés y catalán: esto es, estas lenguas todavía no son cooficiales. Por lo que sus hablantes no pueden desarrollarse vitalmente con los mismos derechos subjetivos que los castellanohablantes en Aragón.
El Seminario anima al actual gobierno a plantear en las Cortes aragonesas una ley que reconozca plenamente los derechos lingüísticos y que cierre esta oscura etapa de segregación en los derechos civiles de una parte de su población. Primando para ello la urgencia por la fragilidad de las lenguas. Antes que una unanimidad parlamentaria que, utilizada como herramienta por quienes no respetan el plurilingüismo, ha provocado la pérdida de la mitad de los hablantes del aragonés en las últimas dos décadas. Y una peligrosa situación para el catalán en las comarcas del norte (Ribagorza) y el sur (Mezquín-Bergantes) de su territorio histórico.
El informe que nuestro Seminario ha presentado en febrero demuestra que unas políticas lingüísticas que no se basen en la igualdad de derechos ante la ley, abocan a nuestras dos lenguas propias a su desaparición en no más de dos o tres generaciones.